Día y Noche
¡La última fragancia masculina de Jean Paul Gaultier, Le Male Le Parfum, está a punto de zarpar! Vestido con una chaqueta de oficial negra y dorada, este intenso eau de parfum toma el liderazgo de la gama Le Male con gran estilo y fuerza. Una elegante estela amaderada y ambarina que captura el carisma y el poder de un líder. ¡Atención marineros! El capitán ha llegado y estamos a punto de zarpar. Con la potencia del cardamomo en sus notas de salida y la frescura de la lavanda y el iris en su corazón, este intenso eau de parfum promete sumergirte en su nota de fondo de vainilla maravillosamente adictiva y prominente. Una odisea olfativa llena de contrastes para desorientar y deleitar los sentidos, su estela masculina revela el carisma de un oficial.
Notas Olfativas:
Familia Olfativa: Ámbar Amaderada
Notas de salida: Cardamomo
Notas de corazón: Lavanda y lirio
Notas de fondo: Vainilla, notas orientales y notas amaderadas
Desde la creación de su casa de costura en Paris 1976, Jean Paul Gaultier ha revolucionado géneros y prejuicios. El “enfant terrible” (niño travieso) de la moda encuentra su inspiración en múltiples fuentes que surgen tanto de la calle como de su historia personal. Su espectacular pasarela pone en escena piezas que se han vuelto míticas, tales como el corsé, la camiseta de marinero y la falda escocesa para Hombre. Las fragancias de Jean Paul Gaultier giran en torno a 2 universos: Classique & Le Mâle: ¡Un recuerdo de la infancia se transforma en una femme fatale! Con Classique, Jean Paul Gaultier ofrece su visión de la feminidad, representada por una fascinante amazona que es todo excepto “clásica”. Con Le Mâle, Jean Paul Gaultier rinde homenaje a una figura simbólica que durante mucho tiempo ha sido una fuente de inspiración para él: el marinero. Viril y sexy a la vez, es un universo que ofrece una visión inconformista de la masculinidad. Scandal: Un nuevo concepto de fragancia femenina, Paris visto a través de los ojos de Gaultier. Lejos de ser dulce y romántica, es más bien chispeante y libre como el espíritu del barrio de Pigalle (tan amado por Jean Paul Gaultier).