Se caracteriza por un exceso de sebo que se traduce en un aspecto brillante, con los poros de la piel dilatados y la presencia de lesiones inflamatorias, espinillas y puntos negros
• Poros grandes, piel brillante con tendencia a las impurezas.
• Mayor producción de sebo.
• Se presentan granos, espinillas y en algunos casos comedones.
• Su apariencia es brillosa.
• Los poros son de mayor tamaño.
• Requiere tratamientos profesionales para evitar desencadenar ciertas patologías.
• No es recomendable usar productos a base de aceite.